“American Housewife” Fernando Vicente
Street Anatomy (Anatomy + Pop Culture) es una curiosa e interesante iniciativa que explora el uso de la anatomía humana en la medicina, el arte y el diseño. Como explica Vanessa Ruiz en la página Web, comenzó como un blog para informar a la gente sobre el ámbito de la ilustración médica y evolucionó lentamente hacia una exploración de cómo la anatomía se emplea en cualquier campo, desde el arte a la publicidad, en el arte de la calle o los tatuajes: “La anatomía no es grosera, no es repulsiva, es hermosa. Nuestra anatomía tiene una increíble belleza y profundidad. En Street Anatomy, nos dedicamos a mostrar cómo se contempla la anatomía en sus muchas formas”.
Desde hace algún tiempo la ilustración anatómica y el tratamiento de imágenes médicas han escapado a los límites del mundo sanitario y están siendo utilizadas por artistas y diseñadores que buscan incorporar otro tipo de elementos humanos y emocionales en su obra, en ocasiones incluso un toque morboso. La anatomía forma parte de la cultura pop y los artistas están encontrando nuevas maneras de pintarla o utilizarla.
Una de las actividades más recientes que han organizado es una exposición que se está desarrollando entre el 7 y el 29 de septiembre en la galería Design Cloud de Chicago: OBJECTIFY THIS en la que participan varios artistas e ilustradores. Entre ellos se encuentra el español Fernando Vicente, cuyos trabajos son bastante conocidos y reconocidos.
Un insólito libro de texto. La cosificación de la anatomía femenina
Además de los cuadros, grabados e ilustraciones (ver aquí detalles de la jornada de inauguración), en la exposición se muestra un curioso libro de texto de Anatomía publicado en 1971 por tres profesores de la Universidad de Duke: The Anatomical Basis of Medical Practice.
La increíble historia de este libro de texto aparece espléndidamente contada en un artículo de Edward C. Halperin publicado en 2009 en la revista Academic Medicine: The Pornographic Anatomy Book? The Curious Tale of The Anatomical Basis of Medical Practice.
En 1971, en una época en que se iban a recortar drásticamente las horas lectivas de anatomía, tres profesores de la facultad de medicina de Duke decidieron escribir un libro de texto de anatomía diferente al resto. Al parecer, uno de los profesores, el Dr. R. Frederick Becker solía tener imágenes de modelos (centerfolds) de la revista Playboy en su despacho, para enseñar anatomía externa. Este hecho inspiró uno de los libros de texto de anatomía más singulares y algo escandalosos de nuestro tiempo.
Los profesores, Becker, James S. W. Wilson y John A. Gehweiler, se propusieron escribir un libro de texto “en un estilo literario desenfadado, que cualquier estudiante pudiera leer por sí mismo sin dificultad”. Además, pusieron de manifiesto su inspiración al utilizar seductores desnudos femeninos para mostrar la anatomía de la superficie.
“In our own student days we discovered that studying surface anatomy with a wife or girl friend proved to be not only instructive, but highly entertaining. Since the majority of medical students still tend to be males, we have liberalized this text by making use of the female form. But, more to the point, we have done so because a large portion of your future patients will be women and few texts have pointed out surface landmarks on the female.”
[“En nuestros días de estudiante descubrimos que estudiar anatomía de la superficie con tu mujer o con la novia resultó ser no sólo instructivo, sino también bastante entretenido. Dado que la mayoría de los estudiantes de medicina siguen siendo varones, a día de hoy, en este texto hemos hecho un uso ‘liberal’ de la figura femenina. Más aún, lo hemos hecho porque un gran número de tus futuros pacientes serán mujeres, y pocos textos han señalado los puntos de referencia destacados de la superficie de la mujer”.]
Lo cierto es que fueron “bastante liberales” en el uso de desnudos femeninos, tipo chica pin up, para lo que contaron con la inestimable ayuda del internacionalmente reconocido fotógrafo de modelos Peter Gowland. Y el desenfadado estilo literario se prestó a menudo a comentarios descarados –que en algún caso podrían resultar ofensivos- sobre las mujeres.
En el prefacio del libro, los autores llegan incluso a justificar, con cierta socarronería, el uso de mujeres hermosas para mostrar la anatomía de la superficie:
“Perhaps we should have included photographs of garden-variety, American males and females who have let their physiques go to pot. Instead, we used female models as model females. The student will see the ordinary specimen every day. Only on rare occasions will the attractive, specimen appear before him for consultation. He should be prepared for this pleasant shock. For the growing ranks of female medics, we included the body beautiful of a robust, healthy male. We are sorry that we cannot make available the addresses of the young ladies who grace our pages. Our wives burned our little address books at our last barbecue get-together.”
[“Quizás deberíamos haber incluido fotografías de tipos corrientes, hombres y mujeres estadounidenses que han dejado que su físico se eche a perder. En cambio, hemos utilizado modelos femeninos de revista como modelo de mujer. El estudiante verá al espécimen ordinario todos los días. Sólo en raras ocasiones hará su aparición en la consulta el ejemplar atractivo y elegante. Debe estar preparado para esta agradable impresión. Para las crecientes filas de mujeres médicos, hemos incluido el hermoso cuerpo de un hombre robusto y saludable. Sentimos no poder facilitar las direcciones de las señoritas que adornan nuestras páginas. Nuestras esposas quemaron nuestras libretas de direcciones en la última barbacoa en que nos reunimos.”]
Las imágenes más controvertidas de The Anatomical Basis of Medical Practice, que constituyen una pequeña fracción de todas las ilustraciones del libro, son fotografías de desnudos femeninos de Gowland para ilustrar la anatomía de la superficie. Algunas de las fotos no muestran la cara de la modelo femenina. Otras, sin embargo, incluyen posados e imágenes estilizadas. No hay fotografías que muestren la zona púbica, y todas las ilustraciones del libro de los órganos reproductores pélvicos son dibujos en blanco y negro.
El libro levantó un considerable escándalo y suscitó una enorme polémica tan pronto como se puso en circulación. Un periódico de Baltimore publicó un artículo titulado “Anatomía para lascivos”. Newsweek escribió “…una página tras otra aparecen un grupo de voluptuosas mujeres desnudas, cualquiera de las cuales podría aspirar con razones a ser supermodelo de Playboy. Una belleza morena se muestra chapoteando vestida solo con crema bronceadora; una apetitosa rubia, con el torso girado para presentar sus pechos de forma prominente, posa de manera recatada en un columpio de jardín. La imagen de la morena, afirma el título, muestra los efectos de los rayos ultravioletas sobre la piel humana; la de la rubia en el columpio se utiliza para representar un número de puntos de interés anatómico, ninguno de ellos por debajo del ombligo.”
Según explica Edward C. Halperin, la reacción más fuerte provino de una profesora de fisiología y Biofísica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown, la Dra. Estelle Raimey, Presidenta electa de la Asociación de Mujeres en la Ciencia (AWIS). Raimey denunció el libro de texto como “una obscena denigración de las mujeres y, de hecho, de los hombres que practican la medicina”. En una carta a los miembros de AWIS, Raimey describió el libro como “destinado obviamente a conseguir un montón de dinero mediante la reingeniería de un tema bastante aburrido a través de la diversión y el juego con fotografías lascivas de insinuantes mujeres desnudas en poses seductoras. Los autores se burlan y pavonean a lo largo de todo el libro. En cualquier ocasión utilizan a tímidas y ondulantes ninfas para ilustrar puntos de referencia anatómicos como el dedo gordo del pie izquierdo”. La Dra. Raimey solicitó la retirada del libro y exigió una reunión con los editores, amenazando con boicotear todas las publicaciones del grupo.
En pocos meses se produjo un importante boicot, que obligó a suspender la distribución y venta del libro en un momento en que el movimiento feminista estaba en pleno apogeo. El conflicto por la publicación y la rápida desaparición de The Anatomical Basis of Medical Practice muestra muy bien las actitudes cambiantes de los años sesenta y setenta sobre lo que era o no pornografía, el papel de la figura femenina en la enseñanza anatómica de los estudiantes de medicina y los cambios en las actitudes y el comportamiento considerado aceptable por parte de los docentes de anatomía. La corta vida del libro fue resultado de que el material que contenía podría haber sido aceptable en otro momento, pero en 1971, sin embargo, se publicó en el lugar equivocado en el momento equivocado. El machismo académico imperante hasta entonces provocó la reacción de un número creciente de mujeres médicas y científicas, en un contexto de evolución de las opiniones sociales sobre el feminismo y un cambio radical con respecto a la representación del cuerpo humano.
En el mismo número de la revista Academic Medicine aparecen un par de comentarios: la profesora Sharon K. Hull (Knowing It When We See It: Reflections on Pornography) se pregunta incluso hasta qué punto es necesario publicar en la propia revista (urrícul Medicine) la foto (con la pin-up) en la página del libro que ilustra el artículo. Incluso cuestiona la utilidad actual de sacar a la luz un incidente específico de intimidación sexual y un comportamiento por lo demás inapropiado en la historia de la educación médica.
Otro comentario, de la Dra. Ann E. Thompson (Those Who Do Not Learn From History Are Doomed to Repeat It), recuerda a los lectores que la medicina no sólo existe en el contexto de las costumbres sociales y de las modas, sino que también ayuda a crearlas. Examinar el pasado puede ayudar a cultivar la conciencia de posibles sesgos inadecuados y generar estrategias de resistencia. Para bien o para mal los médicos a menudo comparten los prejuicios de su tiempo y su cultura, y difunden esos sesgos a sus alumnos, abiertamente o como parte de un urrículo oculto.
Nuestra reacción ante una imagen está relacionada con la imagen en sí, con nuestro estado de ánimo, nuestra comprensión de la intención del artista, y dónde y cómo se muestra la imagen. En su momento los críticos de The Anatomical Basis of Medical Practice vincularon las fotografías de la obra con Playboy, las chicas pin up, una preocupación por el sexo, considerándolas discriminatorias, ofensivas y de mal gusto. Los defensores de las imágenes en cambio, dijeron que eran educativas, artísticas o ‘encantadoras’. Más de 35 años después de su publicación, el Dr. Wilson, uno de los autores, seguía pensando que las polémicas imágenes eran adecuadas, aunque lamentaba la controversia que dio origen a la condena del libro.
Solo llegaron a distribuirse 5.000 ejemplares. Actualmente se ha convertido casi en un artículo de coleccionistas (en eBay pueden encontrarse ejemplares entre 89 $ y 300 $) y muchas de las bibliotecas universitarias han clasificado los ejemplares como “desaparecidos” de sus fondos...
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