Foto: Luca Rosatto. Funky64 vía flickr
El #carnavalsalud
se pregunta en esta ocasión por la existencia de una brecha digital entre los profesionales de
la salud con respecto al 2.0 y cuáles podrían ser sus causas, origen,
motivaciones personales o colectivas (institucionales) y posibles soluciones.
El debate, (digamos la conversación) se inicia aceptando la premisa de que es
deseable incorporar masivamente las herramientas y dispositivos del entorno 2.0
para mejorar el desempeño profesional y la atención a los pacientes. No nos
referimos ni hablamos solo de telemedicina, citas on line, historias clínicas o recetas electrónicas, hablamos (o
deberíamos hablar), sobre todo, de cuidados, de consejos sobre salud, de ayuda,
de participación, de corresponsabilidad (responsabilidad compartida) y de
conversaciones…
Durante
146 días el astronauta Chris Hadfield
ha dedicado diez horas cada día a la NASA y seis a compartir su vida en la
Estación Espacial Internacional (ISS) a través de Facebook, Twitter, Google+,
Tumblr, YouTube o Reddit. Nadie le encargó que lo hiciera y nadie le pagaba por
ello. Ése no era su trabajo, ni el motivo por el que había sido enviado al
espacio, pero había una razón muy poderosa para hacerlo: Cuando le preguntaron,
el coronel Hadfield declaró que se trataba de una experiencia única que deseaba
trasladar a otros y compartir con el resto de la humanidad. Era
"...demasiado hermosa como para no ser compartida". Es seguro que al
final su misión será sobre todo recordada por esta “tarea” autoimpuesta, realizada
a lo largo de casi cinco meses.
Son
muchas sin duda las enseñanzas que sobre voluntarismo, generosidad, motivación,
personal, altruismo, etc. podrían extraerse de esta gran historia. Pero tal vez pueda
explicar en parte algunas de las razones por las que no se produce un salto
masivo en el empleo de las redes sociales como herramientas cotidianas y
habituales "de trabajo" en el ámbito sanitario.
Quizás
por la falta de apoyo, por el desconocimiento de su (enorme) potencial en
entornos asistenciales o con fines de estudio y formación, una gran mayoría de
profesionales sigue considerando que las redes sociales son indudablemente un
buen medio de comunicación, pero más bien orientadas hacia aspectos lúdicos, de
ocio y entretenimiento, poco útiles o aplicables al quehacer cotidiano con los
pacientes y con el resto de profesionales, y por supuesto teñidas con tintes
ligeramente frikis y un punto de
frivolidad...
Porque más allá de su
uso y desarrollo profesional en empresas de comunicación, contenidos
publicitarios, de marketing y para la promoción comercial, el IV Estudio anual sobre redes sociales publicado por IAB Spain hace unos meses (enero
2013) señalaba
claramente que entre los usuarios de redes sociales aún predomina una actitud
de 'espectador'. El mayor uso de redes es para enviar mensajes, estar en relación
con sus contactos, ver vídeos o escuchar música, publicar contenidos, comentar
la actualidad, jugar on-line, seguir a una marca, hablar de productos y
comentar publicidad. Sólo un 10% de los usuarios (el 80% de los internautas)
declaran utilizar las redes para fines profesionales o de estudio.
Salvo
raras y honrosas excepciones, -que las hay, claro-, hoy por hoy el desarrollo
del entorno y de las estrategias 2.0 en sanidad sigue siendo todavía en gran medida
un ejercicio personal o individual de voluntarismo y dedicación de unos pocos
cientos de profesionales entusiastas e ilusionados, cuya labor parece
únicamente reconocida por otros profesionales también implicados y en-red-ados. ‘Astronautas’ del sistema
sanitario, usuarios influyentes, early adopters
a los que nadie paga por difundir esa actitud
2.0 que algún día esperamos masiva y conectada…
Desde
un punto de vista institucional y corporativo, los últimos datos de ObservaTICs
indican que de un total de 790
hospitales, solo 424 (un 53%) tienen una Web propia, 83 tienen una entrada en
Wikipedia, 83 tienen un perfil en Facebook, 74 tienen una cuenta en Twitter, 49
tienen un canal de YouTube, solo 15 mantienen un blog, 6 emplean Slideshare
para compartir contenidos y 2 Vimeo.
Entre
las razones que la recientemente publicada "Guía práctica para el uso de redes sociales en organizaciones sanitarias" promovida
por TICBioMed
encuentra
para no usar las redes sociales estarían:
1. Falta
de personal.
2. Falta
de tiempo.
3. Falta
de formación.
4. Miedo
a crisis de reputación on line.
Mientras esa
percepción y esos miedos no cambien, parece harto difícil y complicado extender la
cultura, el espíritu o la actitud 2.0 en el ámbito profesional, que seguirá siendo
minoritaria y paradójicamente aislada.
En esta
misma semana celebrábamos el Día Mundial de Internet, (17 de mayo),
conmemorando la fecha de 1983 en que Arpanet incorporara el protocolo TCP/IP y ese mismo año se introdujo el sistema de dominios (DNS). Todavía hoy, treinta años más tarde, en muchos lugares del SNS seguimos solicitando el acceso abierto a Internet en las consultas de atención primaria...
Entre tanto, seguiremos escuchando
y contemplando los hermosos videos del astronauta Chris Halfield demostrando, una vez más, que lo importante no es la herramienta,
sino lo que hagas con ella y el espíritu que anime su uso.
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