“Everyone will need a nurse at some point in their lives.”
Chief Operations Officer. Carroll Hospital Center
Leo en estos días veraniegos las colaboraciones que -cada uno desde su particular punto de vista o experiencia personal- han ido aportando distintos profesionales sanitarios a la iniciativa “Con L de enfermera”, puesta en marcha hace pocas semanas en las redes sociales.
Como muy acertadamente señalan Miguel Garvi García @miguel_garvi y Ruth López Donat @_Ruthlopez, impulsores de la iniciativa, la mayoría de las instituciones sanitarias –públicas o privadas- no suelen tener una adecuada política de personal que asegure la correcta inserción laboral de los profesionales que se incorporan a la organización, siendo abandonados a la buena fe y al voluntarismo de las compañeras/os de trabajo.
Es casi ocioso tener que recordar la importancia de procurar la integración del nuevo personal en su puesto de trabajo y en el entorno laboral, en un ámbito tan complejo, sensible y delicado como el sanitario, cuyo objeto de atención y cuidado son las personas. Y sin embargo, en esta época líquida de vértigo acelerado, discontinuidad, falta de estabilidad y en permanente cambio o transición, pocas cosas resultan tan oportunas y pertinentes.
Una gran iniciativa que debe hacernos reflexionar sobre ese contexto de vulnerabilidad de riesgos y dificultades al que se enfrentan (no solo) las enfermeras noveles cuando comienzan su práctica profesional o reinician su labor con nuevos contratos, sino también cada vez que cambian de unidad, servicio o departamento. Y a estas alturas parece haberse olvidado que un ‘plan de acogida’ para cualquier empleado o profesional de cualquier sector de actividad debería contar con una presentación -y un mensaje de bienvenida personal del responsable del servicio-, una información adecuada y suficiente sobre las tareas a desarrollar y el puesto a cubrir, la presentación del resto del equipo o del grupo de compañeros y colaboradores, y un mínimo (re)entrenamiento, formación específica o adaptación previa para el puesto…
Me temo que nada de esto se lleva a cabo en estos tiempos en los que la búsqueda a ultranza de una supuesta “eficiencia” es el elemento fundamental que informa las decisiones de los responsables sanitarios. ¿Habrá que seguir contando con la buena voluntad de los compañeros, (y desde luego asumir mayores riesgos y barreras para garantizar la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes)?
Indudablemente sigue habiendo mucho por hacer, (y más si se siguen equivocando las prioridades): cada vez es más necesario cuidar que curar.
He recordado que hace unos años, en noviembre de 2007, las autoridades sanitarias de Maryland lanzaron la campaña Who Will Care? para hacer frente a la escasez de profesionales y duplicar el número de enfermeras del estado. Entre los mensajes repetidos por los responsables estaban los siguientes:
“Everyone will need a nurse at some point in their lives…”
“Nurses play a vital role in our health care system…”
Efectivamente, es solo una cuestión de tiempo que todos seamos pacientes, de manera que todos necesitaremos una enfermera en algún momento de nuestras vidas. No deberíamos olvidarlo para que cuidemos mejor a los profesionales, facilitemos su formación y adiestramiento en estas transiciones, de manera que esas declaraciones verbales no se queden tan solo en simples fórmulas retóricas o meras expresiones de corrección política.
Etiqueta en Twitter #conLdeenfermera
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