En los muros. Lisboa, 2013
Se
cumplen dos años desde que Regimen Sanitatis 2.0 iniciara su andadura. Siguen
siendo válidas las consideraciones iniciales que aparecen en el frontispicio: “Este blog pretende recoger también una
serie de reflexiones, comentarios y observaciones sobre salud y enfermedad,
gestión sanitaria, medicina e historia, sociología, economía de la salud,
literatura y otros aspectos relacionados con un ámbito cada vez más incierto y
complejo...”
Con
la perspectiva del tiempo resulta curioso comprobar cuáles son los temas y
asuntos abordados y que supuestamente han despertado más interés para quienes
han accedido al blog. Lo cierto es que tienen mucho que ver y reflejan bastante
fielmente la variedad de intereses y asuntos que me llaman la atención o me
preocupan, (si acaso añadiría algún que otro post sobre literatura, arte o historia de la Medicina…).
Estas
son, ordenadas de mayor a menor número de visitas, las diez entradas más vistas o leídas
en los dos años de su existencia, con las fechas de su publicación y algunos
párrafos escogidos:
“Siempre resulta paradójico
hablar de humanización en el
contexto de una relación, como la sanitaria, que fundamentalmente es (debe ser)
interhumana, personal y de ayuda: un encuentro entre personas con la finalidad
de establecer una relación diagnóstico-terapéutica que lleve a la curación o a
la resolución (al menos) temporal de la dolencia de la persona enferma. Los
componentes afectivos, personales, éticos y profesionales de esa relación a lo
largo de miles de años fueron principal objeto de estudio y atención destacada
de un maestro como Laín Entralgo, (hace ya mucho tiempo tuve la enorme suerte y
el privilegio de asistir a sus clases de Historia de la Medicina).”
Hoy más que nunca siguen
estando vigentes las recomendaciones del HastingCenter sobre
la práctica de la Medicina y de la atención sanitaria en general, que siempre
debería aspirar a:
• Ser honorable y
dirigir la propia vida profesional.
• Ser moderada y
prudente.
• Ser asequible y
económicamente sostenible.
• Ser justa y
equitativa.
• Respetar las opciones
y la dignidad de las personas.
•
Sobre PPP (Public–private partnership) y PFI
(Private Finance Initiative). Apuntes de urgencia (05/12/2011)
Publicada
en diciembre de 2011, la entrada intentaba dar unas nociones e ideas generales
sobre la tan traída y llevada “colaboración público-privada” (PPP-PFI) en la
gestión sanitaria, tras el anuncio por el Gobierno de Castilla-La Mancha de que
se llevaría a cabo la “participación del sector privado en la
gestión de los hospitales de Almansa, Villarrobledo, Manzanares y Tomelloso, para
salvaguardar y garantizar la continuidad y la supervivencia de estos
hospitales”. Año y medio después, en
esta región seguimos donde estábamos, (al parecer por falta de interés de
posibles empresas privadas, que no ven claro la rentabilidad y el volumen de
negocio), pero en otros lugares las iniciativas de privatización han despertado
una gran oleada de protestas y contestación profesional y ciudadana.
Finalizaba el post con
las siguientes palabras extraídas de un informe del CES:
“La transparencia e independencia en los mecanismos
de regulación y control deberían presidir la introducción de experiencias de
innovación en la prestación de cualquier servicio público de interés general,
máxime cuando el objeto último es la salud de las personas, un objetivo
superior al de la rentabilidad y el beneficio tanto económico como político.”
Abríamos
esta entrada de título tan llamativo con una cita clásica de Arthur Bloomfield,
Profesor de Medicina Interna en la Universidad de Stanford entre 1926 y 1954: “Hay
algunos pacientes a los que no podemos ayudar, pero no hay ninguno al que no
podamos dañar”.
Comentábamos
un libro de Marty Makary sobre la falta de transparencia, la actitud de ocultamiento y la frecuente
ausencia de explicaciones cuando se producen errores en la actividad sanitaria.
Para intentar evitarlo recordábamos que:
“Las propuestas para construir esa (nueva)
cultura de seguridad y transparencia son claras y bien conocidas desde hace
bastante tiempo. Lo primero y fundamental es considerar la seguridad del paciente
como un componente esencial y piedra angular de la calidad asistencial y entre
las características que debe desarrollar toda organización sanitaria se
encontrarían las siguientes:
- Existencia de un sistema de gestión de
riesgos asistenciales.
- Actitud y conducta proactiva para
detectar los problemas antes de que se manifiesten.
- Establecer un clima de lealtad,
comunicación abierta y confianza recíproca entre gestores, profesionales
sanitarios y pacientes. Trabajo en equipo.
- Estandarizar procedimientos basándose
en el mejor conocimiento disponible, para reducir la variabilidad de la
práctica clínica.
- Atención centrada en el paciente, lo
que significa sobre todo:
– Comunicación transparente
– Respeto
– Participación en la toma de decisiones
•
Dar explicaciones. A
años luz (07/02/2013)
El
título de la entrada, que dio lugar a varios comentarios, hace referencia a la
distancia (sideral) a la que se encuentra el sistema parlamentario británico
del español, (como acabamos de comprobar estos días en que el Presidente del
Gobierno ha tenido que ser casi arrastrado al Congreso de los Diputados para dar ciertas explicaciones). Está claro que se
necesita mayor transparencia y accountability.
David
Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, daba cuenta de los resultados de una
investigación llevada a cabo en hospitales del NHS (el llamado Francis Report)
y pidió perdón por el escándalo sanitario que suponían las conclusiones finales
del informe:
“Esta es una historia del atroz e
innecesario sufrimiento de cientos de personas. Se falló por un sistema que
ignora las señales de advertencia y antepone los intereses corporativos y el
control de costes al cuidado de los pacientes y a su seguridad. Las recomendaciones del Informe están destinadas
a cambiar esa cultura y a asegurarse de que los pacientes son lo primero.”
“Necesitamos una cultura centrada en
paciente, ninguna tolerancia al incumplimiento de normas fundamentales,
apertura y transparencia, franqueza con los pacientes, un fuerte liderazgo
cultural, el cuidado compasivo de la enfermería y una útil y precisa
información sobre los servicios.”
La
primera entrada del blog está entre
las más vistas, (suponemos que la curiosidad de los visitantes por ver “cómo
empezó todo”)...
Explicábamos
el origen y justificábamos el nombre del Regimen Sanitatis Salernitanum con algunos de los sabios consejos de la Escuela Médica de Salerno
(...) si
tibi deficiant medici, medici tibi fiant haec tria, mens laeta, requies,
moderata diaeta. Lumina mane manus surgens gelida lavet aqua, hac illac
modicum pergat, modicum sua membra extendat, crines pectat, dentes fricet.
Si
te fallan los médicos, sigue usando estos tres: Mente
alegre, reposo y dieta
moderada. Levántate temprano y procura no olvidar lavar con agua
fría tus manos y tus ojos, estirar suavemente los miembros todos, refrescar el
cerebro haga frío o calor, sea diciembre o julio, peinarte la cabeza y lavarte
los dientes.
Escribíamos
esta entrada al hilo de la actualidad, tras el anuncio de la Consejería de
Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha de cerrar una serie de Puntos
de Atención Continuada (PAC) repartidos en las cinco provincias de la región,
por la escasa frecuentación de
pacientes a estos servicios de urgencia nocturnos. La decisión fue finalmente
suspendida por el Tribunal Superior de Justicia de la región.
Aprovechando
esta noticia realizábamos una serie de consideraciones acerca de los criterios
para asignación de recursos en planificación sanitaria, recordando que
“Determinar
el valor de una intervención sanitaria requiere tener en cuenta los conceptos
de efectividad, es decir, los
resultados esperables o previsibles (en salud); de equidad, en función de las necesidades
sanitarias; y de eficiencia,
incorporando los aspectos económicos.”
[Sin embargo] la mayoría de los economistas
(tanto ‘neoclásicos’ como ‘del bienestar’) consideran que la economía es una
disciplina de carácter esencialmente “técnico”, que carece de naturaleza moral,
y la cuestión del uso de los recursos y su
distribución es precisamente “moral”. Con más razón si nos referimos
además a bienes o servicios ‘preferentes’, cuya asignación debería guiarse por
criterios de necesidad y no exclusivamente de eficiencia o de capacidad de
compra.”
“La
justificación de las decisiones relativas a la cobertura o no de determinados
servicios o prestaciones debe aportar una construcción razonable acerca de cómo
la sociedad debe satisfacer las necesidades sanitarias bajo determinadas
restricciones presupuestarias. Es decir, el diseño de la estructura del sistema
sanitario público es razonable cuando se basa en razones y principios aceptados
como relevantes por personas dispuestas a encontrar términos de la cooperación
que sean mutuamente justificables.”
De cualquier forma, y para no llamarse a engaño con
respecto a las decisiones que a veces se adoptan, citábamos unas terribles
palabras de Rafael Sánchez
Ferlosio en su obra “Vendrán más años malos y nos harán más ciegos”:
“Es
un error pensar que hacen falta muy malos sentimientos para aceptar o perpetrar
los hechos más sañudos; basta el convencimiento de tener razón. Aún más, acaso
nunca el sentimiento haya sabido ser tan inhumano como puede llegar a serlo la
convicción”.
Apenas
hace un mes que publicábamos este post, sumándonos a una iniciativa lanzada en las redes sociales por las enfermeras Miguel
Garvi García @miguel_garvi y Ruth López Donat @_Ruthlopez, que
reivindican la necesidad de cuidar a los profesionales, apoyar su formación
continuada y el necesario e imprescindible reciclaje y adiestramiento cuando se
producen transiciones o cambios de trabajo. Un apoyo que no debe estar basado
exclusivamente en el voluntarismo o en la buena fe de los compañeros de trabajo,
sino en el establecimiento y desarrollo de políticas de personal adecuadas que
aseguren esa correcta inserción laboral de los profesionales que se incorporan
(o cambian de puesto) en cualquier organización sanitaria.
Está
claro que sigue habiendo mucho por hacer, (y más si se siguen equivocando las prioridades),
pues cada
vez es más necesario cuidar que curar. Y como
recordaban los responsables de una campaña de captación de enfermeras en
Maryland: “Everyone will need a nurse at
some point in their lives”, es decir, todos necesitaremos una enfermera en
algún momento de nuestra svidas.
Etiqueta
en Twitter #conLdeenfermera
Página
en Facebook https://www.facebook.com/ConLdeEnfermera
Hablábamos
aquí de liderazgo, dirección de personas y gestión. Liderazgo es una palabra
que considerábamos (y seguimos considerando) prestigiosa pero excesiva, incluso
con ciertos rasgos o tintes autoritarios, por más que se trate de uno de los
términos más utilizado en el campo del management.
Incorporábamos una cita de Fritjof Capra sobre la (supuesta) y tan citada
‘resistencia al cambio’:
“Se oye a menudo que el personal de las
organizaciones se resiste al cambio. En realidad a lo que se resiste la gente
no es al cambio, sino a que se le impongan determinados cambios”.
Finalmente, el título de la entrada respondía a unas
palabras de la doctora Iona Heath, quien fuera Presidenta del Royal College of General Practitioner, cuando
afirmaba que “para lidiar con la incertidumbre que nos rodea, debemos
pertrecharnos de cinco valores esenciales: coraje, alegría, curiosidad,
imaginación y de forma fundamental, duda, puesto que es la duda la fuente
de toda sabiduría y libertad. La duda aislada, sólo genera cinismo; la duda
acompañada de esperanza produce en cambio un sano escepticismo".
En resumen, se trata de preguntarnos
continuamente “¿qué pasaría si…?”.
Un
post que sigue de plena actualidad, a
juzgar por las noticias que leemos estos días con la publicación de la encuesta
periódica o barómetrodel CIS correspondiente al mes de julio. Los datos muestran el
malestar de los ciudadanos a propósito de la corrupción, que sigue siendo el
segundo problema para los españoles (el primero es, lógicamente, el paro),
según declara el 37,4% de los encuestados.
Comentábamos
las conexiones entre el sector público y el privado en el ámbito sanitario (De
la pública a la privada y al revés) con algunos nombres
emblemáticos cuyo comportamiento parecía más propio de los “agentes dobles”, y
cómo se produce el fenómeno de la puerta giratoria o “revolving door” auténticas pasarelas incrustadas entre el poder político y el poder económico
en el caso de las privatizaciones en
diferentes sectores. Casi un fenómeno de “corrupción
institucionalizada” que se adentra en el entramado económico.
Reclamábamos
una mayor ejemplaridad pública con las palabras del filósofo Javier Gomá Lanzón: «Nadie
es sólo ejemplar en lo público si no lo es en lo privado, y al revés. El
concepto abarca todas las dimensiones de la personalidad. Además ,
va más allá del mero respeto a las leyes. En los últimos dos o tres siglos
hemos generado un estado de derecho, que se basa en la idea de constituir una
sociedad justa obedeciendo a la Ley. Últimamente nos hemos dado cuenta de que
el respeto a la Ley no basta. Es necesario, pero no es suficiente».
"Existen
múltiples ejemplos de la vida pública que tienen su explicación en lo
privado. A lo mejor un ciudadano o
un cargo cumplen la letra de la ley pero no su espíritu hasta un punto que sus
acciones puedan resultar repugnantes para la sociedad".
“El ejemplo de las personas que ocupan posiciones de
poder puede ser extremadamente vertebradora o desvertebradora de la sociedad, y
cuando los políticos son ejemplos de un estilo de vida vulgar y no ejemplar, se
produce un efecto desmoralizador sobre la sociedad.”
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Poco
más que añadir, creo que la ‘selección’ de las entradas resulta bastante
elocuente y habla por sí sola: al fin y al cabo un ejemplo de esa sabiduría
agregada de los colectivos y las multitudes (the wisdom of crowds)...
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