Foto: RBolance vía flickr
“La solvencia sanitaria, su
transparencia, afecta a todos. La salud es el escalón definitivo para la
desigualdad clasista. El constante aterrizaje de los políticos más ponzoñosos
en las empresas que se apoderan de nuestro sistema de salud delata un interés
acelerado y perturbador.”
David Trueba. Impacientes
(El País 11-12-2013)
El
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) está
constituido por un conglomerado de empresas y entidades ligadas al aseguramiento y/o prestación de servicios
sanitarios en el ámbito privado, (hospitales, clínicas privadas, compañías de
asistencia sanitaria), así como otras empresas relacionadas.
En
la actualidad forman parte del IDIS más de 80 miembros asociados, entre cuyos
objetivos institucionales declarados se encuentra el dar traslado a la sociedad
de una mejor imagen de la sanidad privada, mejorar su reputación creando una
opinión favorable y actuar como agente o grupo interesado con el fin de
promover una mayor presencia, peso e implicación del sector privado en el
conjunto del sistema sanitario. La necesidad de llevar a cabo reformas que
fomenten la colaboración público privada, que conlleven la desgravación fiscal
de los seguros sanitarios, una mayor integración entre ambos sectores que
contribuya a la sostenibilidad del sistema y evite presuntas duplicidades e
ineficiencias, una mayor flexibilidad, la calidad asistencial, la transparencia
y el buen gobierno, el impulso de la libre elección y el respeto a la autonomía
del paciente, son algunas de las ideas machaconamente repetidas y reiteradas en
todos los foros:
“El IDIS es, en sí mismo y posiblemente, el mayor exponente de revolución social (sic) que existe en el panorama sanitario nacional, porque no está influido por intereses ideológicos, políticos, laborales y ni siquiera económicos (sic), dado que cuenta con sus respectivas patronales para reclamar y defender los derechos particulares de cada institución.” (Juan Abarca, Secretario General del IDIS).
El
pasado 10 de diciembre el IDIS presentaba en Madrid el estudio: Flexibilidad estratégica del sector privado ante la transformación de la sanidad pública:análisis de escenarios de futuro 2013-2018. Se trata de un interesante Informe,
(de obligada lectura para gestores sanitarios), elaborado a partir de una
consulta Delphi sobre las opiniones y el análisis predictivo de un panel de más
de cien expertos del sector sobre escenarios plausibles, (en forma de
deseos/pronósticos de ocurrencia), del desarrollo de la colaboración
público-privada a cinco años vista. A esta consulta se añadieron una serie de
entrevistas semiestructuradas a varios informadores clave y los resultados de
un Grupo nominal on line. En resumen, el trabajo se basa en una combinación de
técnicas de consulta grupal prospectiva.
La
presentación se llevó a cabo en un lujoso hotel de la capital. Entre
decadentes arbolitos de Navidad, mullidas alfombras y muebles recién
barnizados, el acto –bastante previsible- se desarrolló (casi) en plan sainete
costumbrista. Los asistentes fueron testigos de las enormes dosis
de impostada campechanía (de la que daban muestra los enormes abrazos y violentos
golpes en la espalda), de la que hacían gala algunos de sus conspicuos y
autosatisfechos protagonistas.
Tras
los formalismos inaugurales de rigor, la descripción y explicación metodológica,
y la presentación de los resultados, se inició una Mesa de Debate sobre el
Informe (en versión libre a partir del evidente y notorio desconocimiento del
mismo), moderada por el redactor jefe de cierto libelo de tirada nacional. El espectáculo
consistió en una amplia exposición de tópicos sobre las relaciones entre
sanidad pública y sanidad privada, a cargo de ilustres personalidades,
acompañada de un duelo dialéctico ya muy visto y algo amañado entre figurantes políticos
de tendencias opuestas.
Resultados
Inicialmente el motivo de la
consulta era el de intentar dar respuesta a la incertidumbre existente en torno
a la situación de la colaboración público-privada en sanidad, documentando y
contrastando las posibilidades futuras y su previsible evolución, en un
horizonte de cinco años de la consulta, a partir de un supuesto ‘dilema entre inmovilismo e impulso
renovador de la interrelación público-privada’:
“La colaboración público-privada
en sanidad, tras algunas décadas de evolución, se halla en una disyuntiva en la
que se abre paso el convencimiento de que la supuesta superioridad del
aseguramiento, provisión y gestión asistencial del sector público sobre la
aportación del sector privado debe dilucidarse a partir del conocimiento cierto
de su eficiencia comparativa, prescindiendo de preconcepciones sin base
científica. Sin embargo, este criterio dista aún de ser central en la
regulación y organización de la interrelación entre ambos sectores.”
“En el actual contexto de crisis e
incertidumbre la complementariedad entre ambos ámbitos de actuación solamente
conocerá un desarrollo progresivo en la medida en que su aportación favorezca,
de manera demostrable, tanto a un aumento significativo en la productividad y
la eficiencia del sistema sanitario en su conjunto, como al interés social
general.”
Las áreas de consulta
planteadas y exploradas en el estudio incluyen:
- Evolución e impacto de la economía en la
sostenibilidad financiera del sistema sanitario.
- Deseabilidad y probabilidad de implantación de posibles
reformas estructurales o remodelación del SNS.
- Escenarios de evolución de la colaboración
público-privada.
- Expectativas empresariales y respuestas adaptativas
del sector privado a las oportunidades y amenazas del impacto de la crisis en
la sanidad.
No
está muy claro que los resultados de las predicciones normativas y
pronósticos sobre esos escenarios plausibles de evolución de la colaboración
público-privada en sanidad, sean los esperados por quienes encargaron el
Informe. De no ser así, no se entiende que el propio IDIS haya elaborado un tríptico
en el que se desvinculan de algunas de las conclusiones que pueden deducirse
del mismo, al tiempo que hacen una salvaguarda expresa: “Las conclusiones que figuran en este informe no coinciden
necesariamente con los criterios y posiciones de la entidad promotora.”
En
cualquier caso, el trabajo aporta una serie de predicciones y una
interpretación de los resultados cuya utilidad resulta indudable: como base
para el diseño de una posible agenda u hoja de ruta del sector sanitario
empresarial y, sobre todo, como herramienta de introspección individual y
colectiva para contrastar las expectativas, hipótesis, pronósticos y
previsiones propias. Destacaremos algunas de las más llamativas:
Con
relación al entorno macroeconómico y
la sostenibilidad del sistema, los
panelistas tienen confianza en el mantenimiento de la capacidad de financiación
del gasto sanitario público, al menos en el plazo de los cinco años de la consulta. En este
contexto, se registran pronósticos de descenso en la capacidad adquisitiva del público
en general y cierto deterioro de la
calidad percibida de la atención sanitaria, así como leves esperanzas de
recuperación del crecimiento económico y de un descenso incipiente de la tasa
de desempleo.
Sobre
posibles medidas para estabilizar la sostenibilidad
financiera del SNS, se rechaza el aumento de la presión fiscal y la
expansión presupuestaria de la sanidad a costa de otras partidas de gasto
público y se abona la esperanza de poder implantar una participación corresponsable de los usuarios en el coste de la
utilización de servicios asistenciales y el posible impulso por el gobierno de
la financiación complementaria por parte de los ciudadanos de su aseguramiento
sanitario. En este marco, la predicción colectiva contempla también un posible incremento de la suscripción de seguros de
salud –tanto pólizas individuales como colectivas–.
Con
respecto a la política sanitaria y posibles alternativas de reforma del sistema sanitario público, los
consultados manifiestan duna clara preferencia por un modelo de aseguramiento
social obligatorio de cobertura básica, prima comunitaria y póliza
complementaria voluntaria, frente a un modelo basado en el libre mercado con
mínima intervención de la Administración.
Pese
a los cambios establecidos en la naturaleza del derecho a la prestación
sanitaria pública por el Real Decreto-ley 16/2012, el panel rechaza la posible
disminución del alcance de la cobertura universal, pronosticando y admitiendo
su consolidación.
Se
constata un pronóstico mayoritario sobre la necesidad de racionalización del catálogo
de prestaciones de la sanidad pública con arreglo a criterios de
financiación selectiva basados en la evaluación comparativa de costes y su
efectividad.
Al
respecto del buen gobierno de la sanidad,
el panel en su conjunto comparte la creencia de que una mejor calidad
institucional, con auditoría y rendición de cuentas, transparencia y eficiencia
contractual conllevarían evidentes mejoras en la gestión sanitaria.
Sobre
la colaboración público-privada y la relación con el sector privado sanitario
en general, toma forma la idea favorable a la necesaria revisión y mejora de la regulación
vigente.
La mayoría de expertos del panel cree que
se van a reforzar los roles de complementariedad y de suplementación como
puntos fuertes del sector privado, no obstante se manifiestan reservas en
relación al desarrollo de la integración de la provisión asistencial privada en
la oferta general de financiación pública en régimen de competencia reglada.
Aunque
no lo creen inminente, los consultados muestran también un alto nivel de
identificación favorable al establecimiento de un sistema de información común para todos los proveedores
asistenciales, que permita el benchmarking
y la competencia por comparación en resultados, calidad y costes.
Sobre
las relaciones con el sector privado sanitario y la colaboración público-privada
en general, por su singular
significado en estos momentos, merecen ser destacadas las manifestaciones de
adhesión del panel –con reservas en el pronóstico- a la apertura hacia formas
más rigurosas de auditoria y control y, en el caso de las concesiones de
gestión delegada, a la mejora sustantiva de la calidad regulatoria actual que
sea capaz de suscitar su legitimación
social. La extensión de las fórmulas de concesión
administrativa de gestión delegada de centros asistenciales bajo financiación pública se contempla con
mesurado optimismo, en la medida en que sea posible reconducir la controversia
actual a una situación estable de licitación y contratación eficientes con
transparencia y reparto de riesgos, compromisos de rescate asumibles y métricas
de evaluación homologables y transparentes.
Nada
más y nada menos…
(Como
decíamos más arriba: un Informe de obligada lectura para gestores, responsables
políticos y directivos sanitarios, y desde luego muy recomendable para técnicos,
profesionales del sector en general y todos aquellos que deseen estar al día acerca
del posible papel del sector sanitario privado en este complejo/confuso entorno en
el que se desenvuelve la sanidad pública de este país de nuestras desdichas…).
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