Foto: State of the Net vía flickr
"Sin una red abierta y neutral en
la que podamos confiar sin tener que preocuparnos de qué está pasando en la
puerta trasera, no podemos tener un gobierno abierto, buena democracia, buena
sanidad, comunidades interconectadas y diversidad cultural. No es ingenuo
pensar que podemos conseguir todo eso, pero sí lo es pensar que podemos
conseguirlo sentándonos tranquilamente a esperar".
Tim Berners-Lee
El
pasado 11 de marzo sir Tim Berners-Lee considerado como el “padre” de la Red, (aquí su propuesta original) hizo
pública una declaración con motivo de los 25 años de la creación de la Web, al tiempo que reclamaba la elaboración de una
especie de “Constitución” de Internet que sirviera para conseguir una red
neutral, libre y protegida de interferencias políticas o empresariales. Una “carta magna”
universal de derechos y deberes digitales que recoja especialmente aspectos relacionados con la privacidad, la
libertad de expresión y el anonimato responsable, pero también otras cuestiones
como la propiedad intelectual y la ética de la tecnología.
En
su opinión son muchos los retos aún pendientes, entre los que cabe señalar:
•
¿Cómo conectar a
casi dos tercios de la población del planeta que no aún no puede acceder la
Web? [De los 7.000 millones de habitantes del planeta, sólo 2.700 tienen acceso
a la web. El
proyecto internet.org (impulsado por Facebook, y otras seis compañías de telefonía móvil: Samsung, Nokia,
Ericsson, Mediatek, Opera y Qualcomm) es lograr una conexión para esos dos
tercios que aún no cuentan con ella. Según un estudio encargado a Deloitte con
ello se lograría un aumento de la productividad de hasta el 25% en las economías en desarrollo. Como
resultado, en ellas se generarían 1.6 billones de euros en PIB y más de 140
millones de puestos de trabajo, sacando de la pobreza a 160 millones de
personas. El informe hace hincapié en que el acceso a la Red proveería de
información vital sobre nutrición, higiene y prevención de enfermedades.
• ¿Quién tiene
derecho a recopilar y usar nuestros datos personales, con qué propósito, bajo
qué normas?
• ¿Cómo crear una
arquitectura abierta y de alto rendimiento que pueda funcionar en cualquier dispositivo,
en vez de retroceder a propuestas cerradas o alternativas propietarias?
Coincidiendo
con esta notable efeméride, Pew Research conjuntamente con la Elon University ha realizado un sondeo entre 2.558 expertos en Internet a fin de recabar cómo
será, desde su punto de vista, la World Wide Web en 2025. La encuesta se realizó entre finales de noviembre de 2013 y principios de enero
de este año. Sus conclusiones son, tan apasionantes como aterradoras. Siendo cierto
que se abre ante nosotros un universo de posibilidades casi inimaginables hasta
ahora, no lo es menos que la privacidad y el control de nuestras vidas pueden
quedar dañados para siempre.
Sea
como fuere, una cosa está clara: de aquí a una década el paradigma que ha
supuesto la Red se habrá impuesto de manera definitiva: será una parte tan
corriente e imprescindible de nuestro devenir cotidiano como, por ejemplo, la electricidad. Algo
básico para que todo funcione, si no lo es ya.
Son
quince las tendencias
en las que los investigadores de Pew Research han agrupado las aportaciones de los expertos consultados, si bien casi todos están de acuerdo y
destacan sobre todo cuatro de ellas de forma transversal:
1.
Un entorno informático en red global “inmersivo”, invisible, por la generalización
en el día a día del Internet de las Cosas gracias a la proliferación de sensores inteligentes, cámaras, dispositivos
susceptibles de conexión, software, bases de datos y
su almacenamiento masivo en un tejido de información mundial. Su
familiaridad convertirá lo online en algo
aún más cotidiano de lo que ya lo es hoy.
2.
Avances muy importantes en realidad aumentada, que se irá incorporando
cada vez más a dispositivos portátiles o tecnologías implantables, como hemos visto
en numerosas películas de ciencia ficción.
3.
Ruptura de los modos tradicionales de hacer negocios, de acceso a la educación,
la asistencia sanitaria o el consumo de
ocio, entre otros.
4.
Monitorización y seguimiento de la actividad personal y social a través de la
acumulación masiva de datos de individuos y colectividades y el adecuado tratamiento
de los mismos.
Los
expertos esperan una serie de tendencias, tanto positivas como negativas, que
se extenderán y ampliarán en la próxima década, revolucionando la mayoría de
las interacciones humanas, y que afectarán especialmente a la sanidad, la
educación, el trabajo, la política, la economía y el ocio. La mayoría cree que
los resultados de esa (mayor) conectividad serán principalmente positivos. Sin
embargo, cuando se les pregunta sobre aspectos buenos y malos que prevén el
futuro, muchos de los expertos pueden también identificar claramente entre sus áreas
de interés algunos extremadamente peligrosos. Una mayor preocupación sobre la ética
de las relaciones interpersonales, la vigilancia, el terror y el crimen, que puede
llevar a las sociedades a preguntarse sobre todo acerca de cuál es la mejor forma
de establecer (y garantizar) seguridad y confianza conservando las libertades
ciudadanas.
Cómo contribuye Internet a la mejora de la salud
En
general, de las 15 predicciones identificadas sobre
nuestro futuro digital ocho de ellas pueden considerarse como “esperanzadoras”,
otras seis como “preocupantes” y la restante como neutral, una especie de consejo
relativo a las decisiones que se adopten ahora, que condicionarán sensiblemente
el futuro. De alguna manera se pone de manifiesto que en el proceso de
consolidación de Internet resulta esencial el establecimiento de mecanismos de
control y de entornos regulatorios que eviten los abusos o el fraude, a pesar
de que su implantación atente, en apariencia, contra la libertad que el nuevo
marco de relaciones y acceso a la información ofrece.
Tesis más esperanzadoras:
1.
La información será compartida a través de Internet sin apenas esfuerzo
y estará tan “entretejida” en la vida diaria que se convertirá en “invisible”,
fluyendo como la electricidad, a menudo a través de máquinas como
intermediarios.
2. La extensión de Internet
mejorará la conectividad global, fomentando las relaciones interplanetarias y
disminuyendo la ignorancia.
3. La Internet de las cosas, la
inteligencia artificial y los ‘big data’
harán a la gente más consciente de su mundo y de su propio comportamiento.
4.
La ‘realidad aumentada’ y los dispositivos implantables se desarrollarán
para dar respuestas rápidas en la vida diaria, especialmente vinculadas a la
salud personal.
5. La tecnología facilitará la toma de conciencia y la acción política, fomentando la aparición de levantamientos y cambios pacíficos como los de la “Primavera Árabe”.
6. La extensión de ‘Ubernet’ reducirá
el significado de las fronteras y pueden surgir nuevas “naciones” a partir de
intereses compartidos, lo que hará disminuir el poder/control de los actuales Estados-nación
sobre la población.
7. Internet se convertirá en “los Internets”: la Red se
fragmentará en canales independientes para luchar contra los problemas de
seguridad y velar por la privacidad de sus usuarios.
8. Acceso universal a todo el conocimiento humano. La educación se extenderá y fomentará la aparición de más oportunidades con menos dinero gastado en bienes raíces y maestros.
Tesis menos esperanzadoras (y preocupantes):
9. El incremento de las diferencias puede dar lugar a la
aparición de peligrosas desigualdades entre los que tienen y los que no poseen
nada, lo que puede derivar en conflictos violentos al amplificar los
sentimientos de pérdida e injusticia.
10. (Como es sabido), en Internet también afloran las
peores actividades y los peores sentimientos del ser humano. Desde el
ciberacoso al ciberterrorismo, desde la pereza, la estupidez, la pornografía y
el juego sucio, hasta el crimen organizado, forman parte de lo que pueden hacer
quienes quieren hacer la vida imposible a los demás.
11. Presionados por estos cambios, los
gobiernos y corporaciones tratarán de afirmar su poder invocando la seguridad y las costumbres.
12. La gente continuará realizando
intercambios que favorezcan la conveniencia y la ganancia inmediata sobre la
privacidad. Esta privacidad llegará a ser algo que solamente algunos
privilegiados podrán disfrutar.
13. Los seres humanos y las organizaciones
actuales no pueden responder con la suficiente
rapidez a los desafíos que suponen y representan las redes complejas.
14. La mayoría de la gente todavía no está
notando los cambios profundos que ya traen las redes de comunicaciones de hoy;
estas redes serán aún más disruptivas en el futuro.
El consejo:
15. Las previsiones y las predicciones más precisas
marcarán la diferencia. “La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo”. Lo
fundamental es tomar buenas decisiones hoy.
Lo
que resulta indudable es que serán muchas las repercusiones en todos los ámbitos -político, económico, cultural, tecnológico o social- derivadas del
proceso de adaptación de nuestra vida real al (cada vez más) imperante entorno
virtual. Algunas serán muy positivas, otras tal vez no lo serán tanto. Muchas, seguramente
inimaginables aún hoy, surgirán al calor de las inmensas oportunidades que se
abren en un mundo inabarcable en el que casi todo está por decidir e inventar.
Pero en gran medida dependerá de nosotros…
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