“El Médico ha de ser temiente del Señor
y muy humilde, y no soberbio, vanaglorioso, y que sea caritativo con los
pobres, manso, benigno, afable y no vengativo. Que guarde el secreto, que no
sea lenguaraz, ni murmurador, ni lisonjero, ni envidioso. Que sea prudente,
templado, que no sea demasiado osado… Que sea continente, y dado a la
honestidad, y recogido; que sea el Médico dado a las letras y curioso; que
trabaje en su arte y que huya de la ociosidad. Que sea el Médico muy leído y que sepa
dar razón de todo.”
Enrique
Jorge Enríquez.
“Retrato
del perfecto médico” (1595)
En
el tiempo que nos ha tocado vivir, casi 420 años más tarde de cuando fueron
escritas estas palabras, el ejercicio de la medicina, de la práctica médica, se produce en un
contexto muy diferente al que existía hace apenas tres o cuatro décadas. La
enorme expansión tecnológica, la aparición de Internet, la irrupción de nuevas
formas de prestar asistencia sanitaria y los cambios ocurridos en la relación
clínica –con un creciente protagonismo de los pacientes y de su capacidad de
decisión- conllevan y exigen la necesaria adaptación de los profesionales. Ser
médico(a) hoy, requiere inevitablemente no solo la adquisición de nuevos conocimientos,
destrezas, habilidades y competencias, sino (también) la adopción de aptitudes
y actitudes acordes con la época en la que nos encontramos.
El
uso de las redes sociales por parte de los médicos y de otros profesionales ha
supuesto un gran cambio en la manera de comunicarnos, a la vez que está
contribuyendo a cambiar la propia actividad sanitaria. Al mismo tiempo, ello
hace que las fronteras entre lo personal y lo profesional sean cada vez más
difusas, dando lugar a la aparición de (nuevos) problemas y conflictos éticos
derivados de la interacción con los pacientes y de los propios profesionales
entre sí.
En realidad. la
comunidad médica internacional acepta ya las redes sociales como una
herramienta de indiscutible aplicación médica, reconociendo sus virtudes (pero
también sus riesgos y limitaciones). Resulta de interés la siguiente
revisión sistemática, publicada en 2013: A New Dimension of Health Care: Systematic Review of the Uses, Benefits, andLimitations of Social Media for Health Communication.
Sobre
este asunto y el uso responsable de
los social media por los profesionales sanitarios,
pueden consultarse las entradas siguientes en este blog:
En
relación con ello, el vigente Código de Deontología Médica de la OMC de julio de 2011, que regula el trabajo médico profesional desde el
punto de vista ético y deontológico, necesita adaptarse a un nuevo y complejo escenario
ya que, aunque en su artículo 26 hace alusión a la relación
médico-paciente a través del teléfono, mediante correo electrónico, al uso de
Internet o sistemas de telemedicina, no se refiere directamente al
comportamiento ético de los médicos en las redes sociales.
Hace
unos meses, teniendo en cuenta algunas iniciativas semejantes existentes en
otros países, el CGCOM, a través de su Presidente, el Dr. Juan José Rodriguez Sendín, @jrsendin encargó a un grupo de profesionales
la elaboración de un conjunto de recomendaciones sobre este tema, un MANUAL
DE ESTILO PARA MEDICOS Y ESTUDIANTES DE MEDICINA SOBRE EL BUEN USO DE REDES SOCIALES.
He
tenido la suerte y el privilegio de participar en este interesante proyecto,
junto a un notable grupo de médicos, todos ellos usuarios y referentes en la
profesión en redes sociales y blogs personales: Rafael Olalde @rolalde con sus blogs Rafael Olalde Quintana Médico de familia y Reflexiones Beatriz Satué @BeatrizSatu, Rosa Taberner @rosataberner y su blog (de
referencia en Dermatología) Dermapixel,
Marian Jiménez Aldasoro @mjaldasoro con Desde la litera de arriba, José Antonio Trujillo @Joseatrujillo con su Medicina basada en el humanismo y Mónica Lalanda @mlalanda y su medicoacuadros con sus entrañables viñetas, que ha coordinado y dirigido al grupo. También han participado en el trabajo los estudiantes de medicina, del Comité de Bioética del Consejo Estatal de
Estudiantes de Medicina (CEEM): Iris Mar Hernández @imar92, Jesús José Camacho,
Enrique Sánchez Aciaga, Emilio Delgado @emidelsot y Guillermo Jiménez @gjimenezalvarez.
El resultado ha sido presentado
públicamente en el I Congreso Nacional de Deontología Médica, que se celebra en estos días en Bilbao.
La OMC ha hecho pública
una nota de prensa a través de su revista digital medicosypacientes.com: El CGCOM propone la creación de un Manual de Estilo para médicos sobre el buen uso de redes sociales.
El
Borrador de este Manual de estilo puede ser consultado en la página EticaMedicaRRSS con
una carta-presentación de Juan José Rodríguez Sendín en la que hace una llamada
a la participación:
“Manteniendo el espíritu de medicina
colaborativa de las RRSS, nos parece importante que antes de darla por
terminada, esta Guía sea sometida a la opinión y comentarios de médicos y
estudiantes.
Os sugerimos leer y comentar (de forma
no anónima) estos dos documentos; uno es una corta guía con los puntos más
importantes a tener en cuenta y el otro incluye la reflexión, discusión y
bibliografía en la que se han basado.”
Los
distintos apartados que se contemplan y se abordan en este Manual (o Guía de
recomendaciones) son los siguientes:
·
Respetar la confidencialidad
y el secreto médico
·
Evitar el consejo médico
directo a pacientes virtuales
·
Mantener una imagen
virtual profesional y adecuada
· Evitar que el uso de nuevas
tecnologías desvíen nuestra atención durante la consulta directa con
pacientes
·
Ejercer responsabilidad
sobre la información médica difundida en redes sociales
· Mantener el respeto en la
interacción con compañeros o en los comentarios sobre ellos
·
Realizar un buen uso de la
publicidad y la marca personal del médico
·
Redes sociales y código de
deontología
En
un documento más extenso que puede descargarse desde la misma página: Ética y Redes Sociales se recogen también
las reflexiones, bibliografía empleada y comentarios sobre los aspectos
señalados.
Para terminar, quizás sea
oportuno recordar, como señala el Dr. Rodríguez Sendín:
“Los médicos, como cualquier otro ciudadano
somos muy libres de utilizar las redes sociales como más nos guste pero si
decidimos interactuar o presentarnos como médicos, es aconsejable mantener el
mismo rigor científico y la misma actitud ética que en consulta.”
A la
vista de las anteriores consideraciones, la participación, el uso en su
actividad profesional y la intervención de los médicos en las redes sociales -cuando
se identifican y presentan como tales- su actitud y la imagen que transmiten,
deben ser coherentes y ajustarse a las expectativas y a las normas propias de
educación y cortesía que cabría esperar y serían exigibles en su desempeño
habitual.
También en
el mundo virtual hay que tener en cuenta las tres clásicas
obligaciones de la actividad médica en cualquier época y lugar: “saber, hacer y sentir”…
Ahora a
esperar el feed back.
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